Siempre asociamos la palabra reforma con un gran desembolso de dinero y como algo que supone una gran molestia. Tanto es así, que mucha gente prefiere vivir con desperfectos en su hogar antes de iniciar una reforma.
Como una reforma integral supone un desembolso considerable de dinero podemos pensar que rebajando la calidad de los materiales podemos conseguir un buen resultado a mejor precio. La realidad no es esa, sin duda la frase lo barato sale caro cobra más sentido que nunca en esta situación. Como ya vimos en este post “Calidad baja para una reforma integral, una decisión poco acertada”.
Pero, no siempre las obras tienen que ir ligadas a escombros, suciedad, desperfectos… En la actualidad cada vez se emplea más lo que se denomina “obra seca”.
Pero atención, aunque este tipo de obra suponga un desembolso menor, es importante comparar varios presupuestos y que estos estén lo más desglosados posible.
Qué es obra seca o cómo reformar una vivienda sin arruinarse
Una obra o reforma en seco es aquella que no utiliza elementos húmedos en el proceso, como cementos o masilla. Un tipo de construcción que no necesita tiempo de secado. Los materiales que se emplean se clavan, pegan o encastran ya que se incorporan directamente a un sistema de montaje.
En resumen, una obra seca es un tipo de reforma que mejora el aspecto del inmueble de una forma más rápida y más limpia que una reforma tradicional.

Ventajas de la reforma seca
Existen diferentes ventajas de reformar tu casa mediante obra seca.
- Obra más económica, este tipo de obras son mucho más baratas que las reformas tradicionales. Además como se emplea menos tiempo en ellas la mano de obra se abarata.
- Rapidez, limpieza y un menor intrusismo durante la obra. Este tipo de reformas no genera tantos escombros como las reformas convencionales. Además, al ser más rápidas no tendremos gente trabajando días y días en nuestro hogar, algo que resulta de lo más incómodo.
El resultado final en este tipo de reformas es siempre perfecto. Además se puede emplear esta técnica en cualquier estancia de la casa: cocina, el baño, habitaciones, el salón, etc.
Materiales que se emplean en una reforma en seco
La obra en seco utiliza un gran rango de materiales, no solo placas de yeso que lo primero en lo que pensamos cuando hablamos de obra seca.
Placas de yeso: las placas de cartón yeso son más conocidas por su nombre comercial Pladur. Estas placas de yeso separadas por celulosa o cartón presentan diferentes grosores y tienen diferentes propiedades (ignífugas, hidrófugas y aislantes acústicas). Su gran ventaja es su fácil instalación y gran adaptabilidad ya que se pueden cortar, perforar y pintar.

Paneles metálicos: se emplean igual que las placas de yeso. Destacan por su fácil instalación y limpieza ya que no generan polvo ni escombros.
Paneles y tableros de madera: se emplean en el revestimiento de paredes, techos y suelos y pueden ir atornilladas a sistemas de montaje.
Recubrimientos vinílicos: la mejor opción para los suelos ya que siempre cuando, no sea un suelo rugoso puede cubrir el suelo sin necesidad de quitarlo.

Las reformas que se pueden hacer empleando una obra en seco son innumerables. Cambiar el suelo de toda la casa, rehacer su distribución utilizando placas de pladur… Lo importante en este tipo de obras es que se realicen por profesionales.
Recuerda que en Indeco estamos a tu disposición para asesorarte y llevar a cabo cualquier tipo de reforma en tu vivienda.