Se comienza esta rehabilitación con el vaciado completo de la edificación quedando únicamente los muros exteriores de piedra. Se ejecutan forjados de madera, adaptación de los huecos de ventanas y puertas en el muro de mampostería, según la nueva distribución interior. Se realiza la completa limpieza, restauración y tratamiento adecuado a la piedra de la vivienda tanto en su exterior como en el interior y de sus anexos -como el horno de leña. Se ejecutan los trabajos necesarios para lograr un mayor aislamiento térmico, reducción de emisiones y demás actuaciones concretas con el fin de minimizar los impactos negativos a las que se suman medidas pasivas para mejorar el ahorro energético y conseguir un mayor grado de eficiencia energética.